Adiós 2017… Las despedidas suelen ser tristes, sin embargo es una decisión de nosotros como las asumimos o que tan satisfechos estemos al momento de pasar balance a este período de tiempo y cómo nos preparemos para recibir el 2018. Este es el momento oportuno para agradecer la oportunidad de haber vivido un grandioso año, cargado de situaciones sorteadas de instantes de felicidad y de amor que le dieron color a mis 365 días.
Es momento de dar gracias a Dios, por los logros alcanzados y los errores superados, pero sobre todo por lo disfrutado. Despido el 2017 cargada de energías positivas y muy buenas vibra, porque así lo viví y así lo declaré. No me detuve nunca en las situaciones difíciles, ni en mis defectos o debilidades, porque son parte de mí. Decidí enfocarme en mis puntos fuertes, en mis mejores cualidades y disfrutar el viaje, a mi forma, visión y estilo de vida, siempre bajo la guía de mis mentores.
Te invito a que le pongas color a tu vida, a que te prepares para que inicies bajo tu propio esquema de metas y sueños lo que quieres alcanzar, que nadie te imponga, ni te subestime, tú eres el único responsable de decidir e identificar hacia donde te enfocarás.
Humildemente les recomiendo comenzar por poner los puntos finales que entiendan necesarios para cerrar ciclos definitivos. Comience por trazarse la meta de vivir nuevas experiencias, aprender un idioma, practicar un deporte o bailar, haga eso que siempre quiso hacer y que le permitirán construir la historia que quieres contar, no vayan a arruinarlo llevándose un pasado que no existe o simplemente no aporta y estanca.
Es el momento ideal para vivir el presente y deja que estos nuevos doce meses te ayuden a construir una mejor versión de ti mismo. Un nuevo año es una nueva oportunidad de limpiar el corazón y soltar todo lo que nos ata y nos impide alcanzar nuestros más intrínsecos deseos. Lo que no te de paz déjalo ir, no es parte de ti, no debes cargarlo.
Usted puede pensar que vivo de ilusiones, pero no, simplemente aspiro a que nos hagamos responsables de la vida que queremos y merecemos vivir y sólo así podremos lograr un año magnífico.
Aduéñate de cada una de las acciones que sean necesarias tomar para vivir a plenitud, no dejes el diseño de tu vida en manos de otros. No te ofusques en días cargados de grandes actos, sino vive los pequeños que juntos se complementen y se vuelvan maravillosos. No aspires a días sin problemas o tristezas, eso es inevitable, pide a Dios el valor para aceptar las cosas que no puedas cambiar o entendimiento para aceptar sus decisiones.
No esperes días libres de batallas, pide razonamiento al Todopoderoso para reconocer cuáles valen las alegrías librarlas o simplemente acepta que perdiendo también se gana y que nuestra tranquilidad mental es innegociable. Aprendamos a contar hasta donde sea necesario para no perder la paciencia y para tomar fuerza e inspiración desde nuestro corazón, con la ambición de luchar por lo que de verdad queremos; despleguemos nuestros talentos hacia el espacio donde podamos desarrollarlo, pero sobre todo hacia dónde queremos encaminar nuestra vida.
Tomémonos el tiempo necesario para reencontrarnos, es la única forma de empoderarnos y tomar el control antes de planificar. Descubra su pasión y sea fiel a lo que le llena el alma y satisface el corazón. Es simple, preparémonos para recibir lo que deseamos, para que nos dure lo que esperamos y nos haga feliz más de lo que nos imaginamos. ¡Bienvenido 2018!
12 de enero
Leave a Reply